Estábamos en la mesa del comedor de la casa de mamá, Susana y yo.
Ella admiraba los pésimos cuadros y los lujosos muebles y márfiles, abarrotado de antigüedades.
Se sentía totalmente indiferente. Estadísticas. Lejana a Susana. Su mamá entrando cada tanto con cafés, tarta, yoghurt casero.
Mamá ... me cuidabas frente a cualquier examen, sin comprender ni tampoco aceptar lo que hiciera.
María había llegado con Ramy la noche anterior y prefirió quedarse en la casa de sus padres.
Era tarde, no tenía ganas de volver a casa, tan lejos, dejó su coche y subió. Volvía siempre a casa de sus padres, también después de la muerte del papá.
- Intenté quererte mamá - le había dicho sin dramatismo, neutra.
La mamá la miró tristemente
- Siempre fuiste vulnerable a todo lo que decía.
Silencio prolongado. Ella se fue a refugiar en la habitación de servicio como tantas veces.
- No hagas ruido, estoy con un hombre - le pidió la mamá.
Era tarde para volver a su casa.
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