sábado, 27 de julio de 2013

En familia (Junio de 1959)

De izq. a der.: Esther (mamá de Yuyi), Betty (hermana mayor), Yuyi, Rissio (marido), Roberto Y. (marido de Betty), Pepe P. (marido de Ofelia), Ofelia (hermana menor), Abraham Cz. (papá de Yuyi)

Yuyi joven: Carta a su papá desde Mar del Plata (a los 18 años)

Mar del Plata, 6 de febrero '52
Querido papito me gustaría que estuvieses aquí porque hay unos días regios y lo pasamos muy lindo.
El hotel está fantástico como siempre y la comida mejor que nunca.
Acá están la tía Olga y el tío "Jashe" y es una magnífica oportunidad para amigarse.
Por primera vez no me resfrié y lo pasamos muy lindo. Si venís antes del 15 vas ver que rico es Pepe con Ofelia se llevan muy bien porque ella es una señorita. A mí no me va ni bien ni mal pero de todos modos no me aburro, al contrario voy a la playa y lo paso muy bien.
Vas a tener  cuando vengas ciertas novedades bastante importantes,
Papito vení pronto que te extraño mucho, no creía que me iba  a pasar pero por primera vez te escribo porque tengo ganas de charlar con vos papito lindo!
Cuando vengas trae el paraguas y pedile a Clarita que te dé el vestido de terciopelo de Ofelia.
Papi vení pronto que es una lástima que estés ahí con días tan calurosos.
Betty está muy bien y Roberto está un churrito, Acá están Paulina y Alfredo, la Sra. de Mangul, la madre del embajador. Te aseguro que lo vas a pasar muy bien y hasta vas hacer unos pesos para el hospital.
Papito ahí viene mamá y nos vamos a la playa.
Hasta pronto papito. Saludos a Clarita y besos a vos de Yuyito Cz.

lunes, 27 de mayo de 2013

"Irrupción" o "El cuento del gato"

Hola, gato, gato, gato.
El gato no me mira.
¡Bah! de todos modos a mí no me interesan los gatos. Hago un gesto como para irme y vuelvo.
¿Querés pasear conmigo, gato? El gato salta en la bolsa que cuelga de mi hombro y se acomoda. Tomamos un tranvía que va a cualquier parte. La gente no sabe, llevo a mi gato. El gato está acurrucadísimo, no habla. Bajamos en una plaza. Mi gatito tiene la patita herida. Curo la patita del gato. Busco leche para el gato. El gato toma la leche. Tengo sed, el gato salta al bebedero y me mira. Llevo mi gato a casa. Por las noches paseamos. Él entra en las casas a cazar ratones. Lo espero afuera, no me gusta pensar que come ratoncitos vivos.
Mi gato  dice que no quiere vagabundear más, que le consiga yo los ratones.
- Yo no puedo conseguirte los ratones, gato. Yo no veo de noche.
Consigo los ratones para el gato. Llevo los ratones al gato.  El gato me pide ratoncitos blancos. Llevo ratoncitos blancos para el gato. Ya no me importa saber que come ratoncitos vivos. El gato me pide orejas de cerdo.
- Ercilia, mi gato me pide orejas de cerdo.
-Buscálas en el frigorífico.
- Sí, necesito orejas de cerdo para mi gato.- Me señala el suelo 
- Recójelas vos misma.
- Yo no quiero recogerlas, a mí no me gusta ensuciarme.
No hay otro modo. Recojo orejas de cerdo para mi gato. Pongo las orejas en una fuente, la adorno con flores. Llevo la bandeja al gato. El gato come las orejas, no mira las flores.
-¿ No te gustan las flores, gato?
- Las flores no se comen.
El gato quiere que le lleve a Ercilia.
-No, gato, yo no puedo traerte a mi hermanita, a Ercilia no le gustan los gatos.- El gato insiste en que le traiga a Ercilia.
-No, gato,  no puedo traerte a Ercilia-.
El gato dice que quiere comer a mi hermanita.
-¡ No, gato, no, no puedo darte a Ercilia!
El gato dice que yo soy Ercilia.
- Yo no soy Ercilia, yo no soy Ercilia, no gato, Nooo.....!!!!.



domingo, 24 de marzo de 2013

"Judas es el silencio" (Yuyi, circa de 2000)

Ella preguntaba continuamente sobre Judas, lo imaginaba con los ojos rojos. Había comentado en el lugar al que iba habitualmente.
¿Qué sintió Judas?
Le tentó un posible título: "Judas es el silencio"
Yuyi con el papá de sus hijos (de pie con remera a rayas) y unos amigos en Punta del Este en 1959.

sábado, 23 de marzo de 2013

Relato Inconcluso 2 - Cap.4

Hicieron el amor. A María le importó más agradarle que sentir.
Él le mostró... un vacío, ella no recuerda.
Trata de imaginar la escena al contarla. Sólo un pasillo y muebles oscuros. Alguna foto.
" No recuerdo, sólo la despedida. No vuelvo a verte. Vos no podés hacerme sufrir"
Con tu mujer... no completó la frase.
"Me decía cada mañana, no sé porque me casé con vos. Cada mañana... hasta el último día." Murieron ella y el bebé. Fue en el parto. Ella fue sola al sanatorio.
María no lo olvidó. Tomó su saco y se fue  sin invitarlo.
Al llegar a Libertador entró en un bar. Pidió un whisky. Lo probó. Le repugnó. Hizo una pausa, encendió un cigarrillo, pidió otro que le pareció menos amargo, y así cuatro sin pensar.
"Mozo, la adición"
Caminó erguida. Al llegar a su casa se tiró vestida en la cama.
Durmió profundamente sin pensar, sin soñar.
No intentó comprender. Esa noche en el cine Suipacha él acompañado por una compañera muy combativa de sociología, no la saludó, tampoco ella lo saludó, no supo si la había visto.
María los vió irse juntos. Se preguntó si el tapado marrón y el chal verde claro le quedaban bien.
Su compañero dijo "Tomemos algo ¿Querés?" Ella asintió

El texto termina aquí. No puedo asegurar si el relato continua en algún otro cuaderno perdido.

sábado, 9 de marzo de 2013

Relato inconcluso 2 - Cap.3

Cuando bajaron, 14 horas de viaje en avión, los colmaron de collares.
Julio, con gesto indiferente dijo:
- Yo no
Juan Pablo aceptó encantado
- Deme más.
La muchacha tahitiana le sonrió. Juan Pablo le dió un inesperado beso en la mejilla.
Tomaron un taxi. Ella dió la dirección del hotel reservado. Llevaban poco equipaje, fue fácil llegar.
A medianoche ella despertó a las chicos en la pequeña cabaña
- Un escorpión
- No es nada mamá.
- Dicen que...
- Te digo que no es nada - Volvió a la cama y se durmió en el momento.
Ella encendió un cigarrillo sin animarse a volver a llamarlo.
Por la mañana reconcieron el lugar. La cabaña era un solo ambiente con un tronco en el medio, alrededor enredareras y flores casi todas de un naranja vigoroso.
Desayunaron afuera abundantes jugos de frutas, huevos y omelettes de espárragos bien babées. Luego ella encendió su priemr cigarrillo. Nadie comentó nada, entocnes ella también se abstuvo.
María conversaba con um joven francés muy moreno.
Julio dijo impaciente:
- Te estamos esperando -  "Para vos no existe el mar"
El tono de Juluo la puso de mal humor.
- Vayan ustedes - Él comenzó a protestar - Es todo - remató María con voz de celadora de colegio.
Sonrió para sí, tentada a rematarlo con humor.
- Vamos - dijo Julio - Mamá está peor que otras veces - gruñó. Ella no tuvo tiempo para responder. Se alejaron, parecían aliviados. Recién entonces empezaron a conversar entre ellos.
María los oyó reírse.
Se sintió sola y alejada.

Relato inconcluso 2 - Cap.2

Ella quería sólo uvas en medio del tuco del Trastevere.

Un espacio en blanco.
Quiso retener un pensamiento huidizo... ¿Qué pensé?
Fin de mi etapa rusa.
Adiós Putchkin. Adiós Chejov. ¿Quién reemplaza a Chejov? ¿Quién reemplaza a Chejov?
Papá... pensó en los dedos algo gruesos de su padre. ....Por favor papá, Dostoievsky no, no hoy
"Humillados y ofendidos" Mido parada las luces apagadas las luces en el avión.
Un señor pasó, le dijo: "Eso no es lectura de avión"
Dostoievsky, un tal Dostoievsky.

Portugal. Para mí los higos de Portugal, para él, el casino de Portugal. Para mí las calles en subibaja de Portugal, libros viejos, lá,imas vejas, también las bordadoras de Portugal.
¿Para él? ..... Para él no lo sé, no intenté  comprender. Ah sí.
- Ya no se puede girar desde la Argentina.

María aín no sabía que ella aceptaba naturalmente sus propias faltas de previsión

sábado, 23 de febrero de 2013

Relato inconcluso 2 - Cap.1 (continuación)

Se miró con desagrado la mano izquierda.
Uñas irregulares, un dedo lastimado.

Ahora estaba en Roma. El centro de Roma, la habitación del hotel... Pensó.
Oyó un ruido al lado, se paralizó.
Un espacio de silencia para mí.
Roma azul. Él decía "el ocre de Roma" hasta empalagarla con su ampulosidad. Sonrió desganadamente, lo rebautizó por discreción ¿Lo intentó?
Con él Roma era una ciudad pesada, ampulosa. Lo vio en Buenos Aires en la peatonal turística.  Desafiaba a los caminantes en una silla de ruedas empujada por una mujer. Seguramente una enfermera, pensó. Lo miró despiadadamente.
Si le abriera ese enorme vientre al prepotente, obeso encargado ¿saldrían peces como en un cuadro de Raquel Forner?
Encendió un cigarrillo ruso (ya no habían... lástima) Mejor así.
Paseó su mirada triste, desgreñada.
Una máscara, no una dorada, imitación Venecia.... una máscara. Tapa sus ojos que se habían desteñido de tristeza, de desolación, de dolor irreparable, como un cristal roto.

Los eructos de él, el agrio olor a cerveza.
Ella puso cuidadosamente una tabla en su cama de una plaza.
Sus alaridos... algo falso, retórico (sonrió cansada, para sí)
- ¡¡ Mis dos perros fieles !! - vociferaba él. Ella lo atendía, sumisa.
Su modo de comer, ese  cuerpo velludo. "Soy el cofre de los secretos". Se condenó al silencio.

- ¡Cómo! ¿En Roma hay también Kenzo? -
En la moda, en los perfumes recobraba el placer del color. Ahora soy luciérnaga se dijo.

Esa mandíbula dura, ojos fríos.
- Vamos a morir el mismo día - le había dicho él con seguridad - Tenés tatuada mi inicial en la mano - ella se miró, sonrió como si eso la embelleciera.
De la calle venían ruidos que no deseaba compartir.
No volvió a pensar en él.
Hubiese deseado acariciarle la cabeza en silencia, sin intentar nada, tampoco calmarlo.
Se decía, nunca una confidencia.
Había olvidado que era sábado.
¡¡Mis dos perros fieles!! gritaba él.

" Esos hijos que tuvimos que nadie soportaba. Tal vez yo también desee alguna ternura, algún respeto, alguna fidelidad de ellos.
Me equivoqué, me equivoqué.... todavía espero. Voy a tratar hasta el último segundo. Lo presiento. No quiero esperar nada de ellos. No quiero" se dijo con los ojos rojos.
¿Judas durmió aquella noche grave? ¿Qué sintió Judas después de compartir el pan y el vino?

Barrabas deambulaba sin paz. Judas comía tranquilamente en su escudilla.

Relato inconcluso 2 - Cap.1

Relato inconcluso escrito por Yuyi en un cuaderno de UNICEF con tapas duras de color azul cobalto
 
Domingo 21.
Las bolsas me Lastiman. Yo ya no tengo edad para tanto esfuerzo. Detesto el manoseo.
Ella soñó que regalaba su boina negra cansada de las exigencias.
Solía recordad risas... plenas, a veces fingidas, de esa época anterior a su descreimiento actual.
Había olvidado comprar la cafetera de teflón (pensaba que el aluminio quemaba)
Encontró en la cartuchera el "encendedor maldito" - le causaba demasiadas preocupaciones... se malhumoró, y en esos cambios rápidos de humor ( con fotos superpuestas de épocas remotas... y siempre en Retiro, desde épocas inmemoriales) amagó una lágrima y se alejó, puso meteorate a su dedo lastimado las bolsas de ropa que llevó  ¡un sábado! a que lavase esa señora, "- no, señorita" - .... evangelista y lasciva (manos cortas, oscuras, casi repulsivas).
En la entrega anterior dejó una enorme medialuna (con la que soñó, convertida en víbora) debajo de la ropa recién planchada.
Beatriz Guido, ciclo de cine de Torre Nilson, París.
Quitó de la mesas convertida en escritorio a sus recientes ídolos inventados.

No tenía intimidad ahora. El encargado ávido "ocupaba" un lugar lleno de verrugas y un vientre invasor que la enflaquecía, la ABRUMABA.
La acompañaba en el ascensor, decidió no volver a hablarle.
Ser escueta, evitar la ironía, la mordacidad de ella. Tierra de Fredy - vivo sólo en su memoria - la torturada, aparente simplicidad de Rómulo. Su mensaje casi susurrado "Todos vamos a morir".
- Todo bicho que camina ....- sonrió.

Ella no podía hablar de la muerte sin convertirse en una frágil hoja tiritando

Volvió a su vieja idea de convertirse al cristianismo ¿Porqué? ¿porqué?...
Reflexionó... hubiese deseado un licor al lado suyo.
El flaco rubio pajizo de aquel extra en Roma. Estaba teñido. Un encuentro...mmm, desagradable.
- ¿Me invita a almorzar?
- Io parlo poco, poquísimo el italiano - (su caballito de batalla) Pausa - Señor, prefiero almorzar sola.
El Trastevere, conoció poco el Trastevere. Siempre paseaba por grandes avenidas. Para ella las calles sinuosas, irregulares .... hubiese necesitado, TAL VEZ, una mano cordial en el hombro.

Miraba ese horrible, abandonado departamento,  pondría candelabros hasta irse,  un diván en el living, terciopelo verde inglés.

- Che ¿naciste víctima o te convertiste?
-No lo sé, no lo sé.......... Oh, no lo sé.
A veces se lo preguntó pregunta ¿Cúal fue el error? ¿Cuáles fueron los herrores? se corrigió: ERRORES. Buscar agua en vasos vacíos, amor de las piedras, confianza ¿en qué? ¿en quién?
En el correo central cartas apresuradas, a veces demasiado extensas.
Quedó en silencio. Sacó el cenicero de su mesa escritorio - Sirve para todo menos para comer ¿Quién quiere comer sola?
- Fumás y no comés, te vas a morir..
"Mamá - pensó - hubiese deseado no nacer..- la miró duramente... - no nacer de vos... no, disculpame..., no nacer. Mamá - esta vez le sonrió - Mamá... Mamá!!!... Volvé mamá, te pido. 
Lapiceras.
Esa latita con piedra roja en su dedo.

Continúa....

viernes, 8 de febrero de 2013

Relato inconcluso (1)

Estábamos en la mesa del comedor de la casa de mamá, Susana y yo.
Ella admiraba los pésimos cuadros y los lujosos muebles y márfiles, abarrotado de antigüedades.
Se sentía totalmente indiferente. Estadísticas. Lejana a Susana. Su mamá entrando cada tanto con cafés, tarta, yoghurt casero.

Mamá ... me cuidabas frente a cualquier examen, sin comprender ni tampoco aceptar lo que hiciera.

María había llegado con Ramy la noche anterior y prefirió quedarse en la casa de sus padres.
Era tarde, no tenía ganas de volver a casa, tan lejos, dejó su coche y subió. Volvía siempre a casa de sus padres, también después de la muerte del papá.

- Intenté quererte mamá - le había dicho sin dramatismo, neutra.
La mamá la miró tristemente
- Siempre fuiste vulnerable a todo lo que decía.
Silencio prolongado. Ella se fue a refugiar en la habitación de servicio como tantas veces.
- No hagas ruido, estoy con un hombre - le pidió la mamá.
Era tarde para volver a su casa.