sábado, 9 de marzo de 2013

Relato inconcluso 2 - Cap.3

Cuando bajaron, 14 horas de viaje en avión, los colmaron de collares.
Julio, con gesto indiferente dijo:
- Yo no
Juan Pablo aceptó encantado
- Deme más.
La muchacha tahitiana le sonrió. Juan Pablo le dió un inesperado beso en la mejilla.
Tomaron un taxi. Ella dió la dirección del hotel reservado. Llevaban poco equipaje, fue fácil llegar.
A medianoche ella despertó a las chicos en la pequeña cabaña
- Un escorpión
- No es nada mamá.
- Dicen que...
- Te digo que no es nada - Volvió a la cama y se durmió en el momento.
Ella encendió un cigarrillo sin animarse a volver a llamarlo.
Por la mañana reconcieron el lugar. La cabaña era un solo ambiente con un tronco en el medio, alrededor enredareras y flores casi todas de un naranja vigoroso.
Desayunaron afuera abundantes jugos de frutas, huevos y omelettes de espárragos bien babées. Luego ella encendió su priemr cigarrillo. Nadie comentó nada, entocnes ella también se abstuvo.
María conversaba con um joven francés muy moreno.
Julio dijo impaciente:
- Te estamos esperando -  "Para vos no existe el mar"
El tono de Juluo la puso de mal humor.
- Vayan ustedes - Él comenzó a protestar - Es todo - remató María con voz de celadora de colegio.
Sonrió para sí, tentada a rematarlo con humor.
- Vamos - dijo Julio - Mamá está peor que otras veces - gruñó. Ella no tuvo tiempo para responder. Se alejaron, parecían aliviados. Recién entonces empezaron a conversar entre ellos.
María los oyó reírse.
Se sintió sola y alejada.

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