jueves, 25 de agosto de 2011

Fragmentos de una carta de 1996. "Dolorosamente lúcida"

18 de marzo de 1996, B.A.
Leí seriamente tu carta. Estás tomando una decisión difícil en la que no puedo ayudarte. Truman Capote dice (No hay dos de lo mismo", Sí, cada persona es única. Me sorprendió qur citases a Huxley, por algún motivo estuvo resurgiéndome. lO que escribisrealmente me gusta (tal vez porque coincido, siempre sentí - tal vez equivocadamente - que coincido mucho con tu ideología) (...)
El amor no está hecho sólo de "biológico" (no en mí), no me cuestiono porque te quiero, es un sentimiento límpido, inapelable,...es todo.
Mucho que decir sobre lo que escribiste. Tomo lo formal: escribís bien y me sorprendió tu posibilidad de comprender el "alma" o sentimientos, pocos hombres pueden - especialmente argentinos.
Creo, querido, que diste muchas vueltas de tuerca. Dolorosametne lúcida....sí, tal vez no haya otro modo de atisbar una realidad como la vivida estos años y esos "personajes" a los que absolutamente no quiero.
Es difícil - no imposible, sí desgastante - no dejarse acorralar por dinero, no transar. Padecí hambre, me puse a prueba exponiéndome mucho, olvidé... 15 años, mucho tiempo.
(....)
El autoritarismo sanguinario no se borra de un plumazo. A mi no me interesan las personas negadoras, tampoco los "poderosos" impúdicos que creen haber comprado la eternidad.
Sí, recuerdo mucho a mi papá, con su pudor y su capacidad de ternura.
Quisiera irme de acá (demasiadas máscaras y tengo poco que
ver con "el ser argentino")
No quiero hablar de mí.
Sigue sorprendiéndome tu estilo de inteligencia, vos no podés parar, sos muy rico internamente.
Ojalá no te apabulle lo doméstico.(...)

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